martes, 19 de agosto de 2008

¿Qué demonios pasa?

No tengo ni la más remota idea. Mi segundo día de trabajo, donde, por ahora, tengo tiempo hasta de meterme al messenger, o a YouTube (ya deja esos vicios...), y aprovecho para escribir esto. Una llamada de último minuto previno que fuera a hacer el fiasco del mes (entiéndase por ir a mi segunda opción laboral -un ciber- y que me dijeran in situ que siempre no). Pero, oh sorpresa, no contaba que ayer, alguien de otro ciber me llamó a casa (que curiosamente me queda más cerca que este trabajo a donde hoy me hice 2 horas y media de camino). Demonios, otro gran dilema.

Siempre pasa eso en los trabajos, si (es que) te llaman, lo hacen hasta un mes después de que te hicieron la entrevista, te aplicaron prueba tras prueba. Es frustrante, sin duda alguna, sobre todo en alguien tan ¿impaciente? como yo. (Generalizar sería un crimen, dado que tengo múltiples personalidades).

No se que esperar, si a que en los siguientes días lluevan a cántaros más ofertas (algunas muy tentadoras) o de plano, lo de siempre, todo lo que pienso es una maldita quimera. Me voy dando cuenta que el Sea Change de Beck es un buen disco para reencontrarte con horas de sueño perdidas, mientras que Song to the siren de The Chemical Brothers o My friend Dario de Vitalic pueden hacerte despertar en un dos por tres. Necesito actualizarme, escuchar el nuevo CD de Beck (Modern Guilt), cambiar algunas canciones de mi reproductor y, sobre todo, continuar con la corrección de mi último poema que me comentaron en el café literario. No les podré adelantar mucho de lo que habrá en los siguientes días, solo que habrá un anuncio importante que debido a su inestabilidad actual aún no saldrá a la luz, el primer bloque de historias malviajadas sobre algo que me gusta, y claro, la marcha por el día de mi cumpleañ... ¿Ah, que siempre va a ser por lo de la inseguridad y convocado por el derechista canal 28? Uta.