domingo, 2 de septiembre de 2007

The Chemical Brothers - We Are the Night

Inauguramos la etiqueta de Música, con esta reseña de la última placa de los originarios de Manchester, Ed Simmons y Tom Rowlands. ¿Será que a los hermanos químicos ya les contagió el virus del indie?. En septiembre, x: The Unknown Blog presenta: Un par de poemas, la reseña de Our love to admire de Interpol, el quinto capítulo de La torre y mucho más.

Como ya sabrán, el indie ha atacado en todas partes. Pareciera que lo que ahora está de moda es, precisamente, producir discos y material audiovisual de forma independiente (¡Vaya sorpresa al enterarme que hasta Lucerito es indie! pues la lana para la producción de su último DVD salió de su bolsillo, ya que su disquera le había dado las gracias). Incluso, parece que también ha atacado a los Chemical Brothers, que sorprenden con un disco lleno de esa electrónica que está en boga dentro del movimiento indie. ¿Su nombre? We are the night.

Este disco inicia con un sonido bastante gripiento -se oyen sonidos similares a los emitidos por un resfriado común- en "No path to follow", para después continuar con electrónica bien hecha y a la medida en "We are the night" y "All rights reversed". Un momento brillante llega en "Saturate", una cancion donde encima de los beats, se muestra el lucimiento de una batería a más no poder, pero agradable al oido. En "Do it again", el minimalismo se hace presente, junto con algun scratch perdido.

"Das spiegel" remite a paisajes europeos, de esos en los que muchos de nosotros quisieramos estar, en el campo, así como una pintura de cualquier paisajista. Es una cancion tranquila. Por su parte, "The Salmon Dance" pareciera un viaje con ácido que Belle and Sebastian se hubieran echado para encontrar una alternativa a Plaza Sésamo. "Burst generator" llega para meterle acción al disco, como esa que nos dio "Star guitar" (y su genial video) del Come with us (2002), una canción realmente disfrutable, generadora de terror entre DJ's mediocres (Tiesto, Offer Nissim, ahi les hablan) y que nos hace desear abrochar los cinturones. En "A modern midnight conversation" y "Battle scars", se aprecian elementos muy de moda en estos tiempos, que las hacen volverse canciones con poco chiste. Hay un gran cierre de disco con "Harpons" y "The pills won't help you now", que representan en la contextualización de este disco, el alunizaje en suelo firme y algo que dará pauta al camino que habrá que recorrer cada quien por su cuenta.

We are the night, resulta, a final de cuentas, un buen transporte a esas sensaciones que muchos soñamos con vivir. Tiene momentos decadentes, pero eso si, es una experiencia muy recomendable de vivir más allá de un texto.