viernes, 31 de agosto de 2007

Japy berday tu yu

30 de agosto. 6:00 am. Un día normal para todos, no para mi, ni para cada una de los co-cumpleañeros que ese día festejaron 19 o quien sabe cuantos años de haber sido lanzados a este planeta. Tras una discusión con mi ex-novia en el Google Talk, no esperaba nada, mas que el tiempo se fuera rápido. No, hoy no estoy en el 2006 ni tengo una novia que me llame a media clase de programación para, meses después, terminar de una manera poco agradable.

Y bajo esa premisa intermitente de que ese jueves no sería un día normal, hice lo que hago... normalmente: Buscar trabajo. Tras ir a cierta bolsa de trabajo donde la mayoría de las vacantes pedían cierto tiempo de experiencia, encontré una donde solicitaban encuestadores. Acudí lo más pronto posible a la dirección (cerca del metro San Joaquín) para ver si alcanzaba entrevista, pero me dijeron que tenía que esperar "pegado a la pared" durante mas o menos media hora, que al final se volvió una hora y me hizo suspender mi encuentro con una entrañable amiga mía. El trabajo, al final de toda la explicación, no fue de mi total agrado, pero el sueldo ($4000.00 al mes mas la retribución de pasajes) era muy bueno. La encargada de recursos humanos mencionó que tendríamos que llevar para el miercoles ciertas copias de documentos para poder entrar a la capacitación. El chiste aquí, es que para esa misma semana, me resuelven acerca de un trabajo de encargado de café internet cerca de San Cosme, un trabajo donde, a pesar de que la paga es menor, haria cosas más relacionadas con lo que se hacer: reparar computadoras, algo mucho mas atractivo que hacer preguntas acerca de rastrillos con mensajes simplones y dizque imponentes o galletas que saben feas, o, peor aún, hacer encuestas por teléfono, molestando innecesariamente a las personas, y recibiendo, tal vez, hasta un recordatorio poco agradable.

¿Saben? Espero quedarme de encargado del ciber, tengo muchas ganas de estar en ese trabajo.

Bueno, volviendo a la crónica. Al volver a casa, el día era simple. No tengo pareja y la gran mayoría de mis amistades no se acordó. Luego de estar en Internet un rato, llegó el momento del pastel. Apagué las velas que marcaban el número 19 (perdón... si, se ve medio ñoño pero, me gusta) y sin "Mañanitas" (no me gusta esa canción), y recibí mi único regalo hasta el momento: una grabadora. Ahora sí, podré estar conectado con el mundo, escuchar el 90.9 (a huevo) y comprobar si es cierto eso de que el indie está pasando por una crisis (nacional e internacional)...

Hora de encender la radio.

miércoles, 29 de agosto de 2007

La víspera de mi cumpleaños

Estas son mis últimas horas como dieciochoañero (no me pregunten por el término, en alguna ocasión lo leí en el archivo de la Eres de mi casa y... creo que el de la portada de ese número era Marcos Llunas o Duncan Dhu, no recuerdo). Ciertamente estoy nervioso, se que mañana cuando despierte me sentiré diferente que los otros 364 días de este año (vividos y por vivir).

Una amiga mía me dice que los 19 son solo una etapa de transición hacia tu verdadero cambio: los 20 años, algo así como tu última parte de adolescencia (aunque para la ley ya seas mayor de edad y ciudadano con prerrogativas y obligaciones). En ocasiones me siento adulto, por el hecho de que estoy en búsqueda de un trabajo y quiero ser independiente, pero en otras veo todavía al adolescente que pronto, dejaré de ser...

martes, 28 de agosto de 2007

Empiezo a ser otro...

He dejado Yahoo! Respuestas. Se acabó la crítica. Aprendí mucho ahí, puedo asegurarlo.

Y hoy, en la víspera de mi cumpleaños 19, he decidido regresar a la raíz, escribir por el simple placer de escribir y de echar a volar mi imaginación...

Que bien me siento hoy.

sábado, 25 de agosto de 2007

Figura de una noche en llamas (v. 1.1)



Publicado hace poco mas de un año en 10603985, hoy traigo esta nueva versión de un poema que gustó bastante. No olviden dejar sus comentarios

Figura de una noche en llamas (v. 1.1)
por Janik Ramírez

I
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Quiero
que la luna se ponga celosa de ti

mientras arranco pedazos de noche
y los junto en silencio
se despiden las horas...

II
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El aire
solo suspira sobre tu cuerpo
deshojándote
pétalo a pétalo,
mientras te dice al oido
que te amo,
robando mi voz para enamorarte
en un instante perdido.

III
-------
Ahora solo quiero incendiarme
en tu herida de fuego sin memoria...

Cinco días después...


Han pasado cinco días desde que "me lancé al ruedo" en busca de trabajo. Internet, bolsas de trabajo, periódico y vacantes "por accidente" (si, una donde presenté solicitud, fue en un café internet donde saqué unas copias y lo intuí por la conversación telefónica que sostenía el dueño con otro aspirante)... y nada.

Todos los empleos que busqué estan lejos de mi casa (Metros: Ferrería, San Cosme y Eugenia, por citar algunos). Para todos, fui calificado y con creces (todos tenían algo que fuera referente a computación y yo soy técnico, precisamente, en computación). Pero algo les hace prescindir de los servicios que pudiera brindarles... ¿La lejanía? ¿El horario? No lo sé

Trataré de buscar empleo por mi zona, algo tendré que hallar. Las alternativas (y el tiempo) se agotan...

lunes, 20 de agosto de 2007

Ha llegado la hora

...de enfrentarme al mundo.

Así es. El tal Janik Ramírez, sí, ese, esta a punto de lanzarse a la odisea de buscar trabajo. Para ello tendré que sacrificar algunas cosas, como mi forma de vestir, parte de mi carácter... en fin, adaptarme a lo que siempre he sido inadaptable (¡Qué ironía!).

sábado, 18 de agosto de 2007

Trozos



Otro producto de un borrador que realicé durante mis vacaciones en Acapulco y modificado el día de ayer. Próximamente, inauguramos la etiqueta de Música, con reseñas de los nuevos discos de Interpol (Our love to admire), Travis (The boy with no name) y The Chemical Brothers (We are the night).

Trozos por Janik Ramírez

Quise dejar
de pensar en ti
pero no pude...

el mar
en cada ola me devolvía
esos instantes
incompletos,
trozos de caricias,
besos resquebrajados por el olvido azul
noches rotas
que el tiempo jamás reparó...

(de pronto vuelves
y todo lo unes)

pero antes del final
un beso perdido
nos enmudeció.

martes, 14 de agosto de 2007

Vía alterna (Edición 03)


Tras haber ganado con este cuento el tercer lugar en un concurso, opte por hacerle algunas leves modificaciones. Inauguro tambien la etiqueta "Lo mejor de 10603985".

Vía alterna por Janik Ramírez

El día se apaga lentamente, como si sus brazos dejaran de acariciar la sombra de tu pelo a cada instante que pasa y se pierde en el olvido. Tu sombra, tu pedazo solar sin identidad ni nombre, va desintegrándose con el atardecer que observas mientras tu mano barajea las monedas de tu pasaje, y los microbuses atascados en alguna estación del metro pasan cual lata de sardinas rodante. Por otro lado, tus amigas estarán besuqueándose con sus novios que al día siguiente dejarán, pues en la secundaria casi todo cae –o caerá– en las garras del olvido.

Han pasado cinco minutos y el microbús no llega. Eres la única que tiene que recorrer esa ruta para llegar a casa, pues en la parada te llegas a sentir acompañada y luego de unos minutos, vuelves a tu soledad abstracta. Y así continuará este vaivén de a diario. El atardecer está a punto de terminar. Sueñas por segundos que lo miras en un bosque al lado de un hombre apuesto. Tontas, nunca sabrán lo que es el amor verdadero, piensas hasta que oyes un “Súbale, súbale…” que anuncia tu destino.

Abordas, pagas, miras como los últimos rayos arrastran el manto de la noche. Las luces se prenden ante tus ojos, incluso las del microbús. Percibes una mirada atenta oculta en los pequeños sustitutos de la luz solar, inicia en tus ojos y camina sin mapa por tu pecho, tu cintura, enfilando la vuelta tras el inicio de la falda de este uniforme que te choca usar, para terminar sus travesía visual en donde inician tus calcetas. Pero la mirada anónima descubre, poco después de principiar el camino de regreso, que existe una vía alterna, cuya desviación empieza en el borde de tu falda, pero al descubrir esa mirada, bloqueas la vía. Ni modo, la mirada se regresa por donde llegó a ti.

Ya casi llegas a “Los vapores”, unos baños viejísimos con turcos generales, individuales y quien sabe cuantos estilos más. De ahí, solo es cuestión de caminar cinco calles hasta tu casa. Tocas el timbre y desciendes del microbús. Cerca de ahí, la mirada te sigue minuciosamente hasta encontrarte. Se presenta:

–Soy Armando. Disculpa si te molesto, amiga, pero…

Has quedado rendida a sus pies. Solo le dices que te llamas Isabel. Armando y su mirada cautivante te incitan a seguirlos hasta “Los vapores”. Luego de pagar por una regadera te toma la mano. Sus dedos juguetean un rato hasta que él abre la puerta y te ofrece pasar primero.

La puerta se ha cerrado. La mano de Armando toma un botón de tu blusa y lo separa del ojal mientras tú no piensas en nada, únicamente crees ahora en el primer amor, ese que recordarás por el resto de tu vida aún sin mencionarlo. Solo piensas en eso, y su mano ha llegado a tu falda y no vacila ni un instante en desabrocharla y derribar tu bloqueo. Empiezas a ser otra Isabel, la que después de quitarse las calcetas se olvidará de todo.

Armando empieza a besarte. Él también está desnudo. El agua empieza a caer mientras tu cuerpo húmedo solo espera… el momento para conectarse y dejar atrás una noche que nunca se irá de tu mente.

La torre - Capítulo 4


La torre por Janik Ramírez
Capítulo 4

Admiró la torre, desde su base llena de negocios para gente de mucho dinero, de esa de la que casi siempre solía vivir, porque ellos admiraban su arte capturado en la lente de su Cybershot, hasta la punta donde el tiempo se había detenido subitamente con un movimiento tectónico en 1985 a las siete y diecinueve de la mañana. Su conciencia le recriminaba esta acción diciendole: David, te va a chingar tu cuñada; David, tu sobrina se va a enojar; David ¿Que no te importa tu familia? El solo respondia a estos cuestionamientos con un "A la chingada" y procedió a entrar al edificio.

Por aquellos días había una exposición de varios artistas, -algunos eran amigos suyos-, donde mostraban las percepciones y lo que llegó a representar para ciertas epocas aquél emblemático edificio de la ciudad de Mexico.

David agarró un folleto que explicaba los pormenores de la exposición y donde pasó lista de sus amigos que colaboraron a petición expresa de los organizadores del evento, Ángel Ferrara y Yusef Moctezuma, ambos pintores que ya habían logrado fortunas en subastas europeas. También estaba Marina Andrade, su amor imposible de la preparatoria Westhill, quien al fracasar como reportera cultural en un diario de Monterrey, se dedicó a hacer instalaciones para museos nuevos en México, Jessica Fernández, escritora y reportera de un semanario político, quien era una de las amigas entrañables de David, tanto que, siguiendo el ejemplo de "My best friend's wedding" -de la que Jessica era fan-, los dos habían jurado que se casarían si ninguno encontraba pareja al acabar el 2004, y David no pudo contraer matrimonio porque Jessica se encontro un novio de clase media justo el 31 de diciembre de 2004, para casarse cinco meses despues y terminar divorciada por infidelidades de el con un homosexual.

Otros de sus amigos presentes eran Carlos Arroyo, pionero del net art y creador de la web Infeccion contra la maquina, tomado del nombre de su banda favorita: Rage against the machine; Katherine García, escultora de piezas en miniatura y una rebelde que se nego a estudiar derecho por imposición de su padre estadounidense, por lo que firmaba sus obras sin el apellido Thomas, como una forma de excluirlo de su vida; y finalmente Carolina Pardo, una pintora que solía basar sus obras en el color rosa y que, extrañamente, se volvio fan de RBD.

David optó por subir piso por piso para ver las obras expuestas, no sin antes salir y tomar una foto donde la latino se pavoneaba de su antiguo esplendor en la ciudad, mancillado por la torre mayor, la de petróleos y el WTC. Entró al edificio y todos sus pensamientos enfocaron su lente hacía esa torre que lo tenía tan fascinado.

lunes, 13 de agosto de 2007

Tiovivo


Un cuento surgido de aquél tráfico de ayer en la autopista a Cuernavaca... disfrutenlo.

Tiovivo por Janik Ramírez

Julián había dejado aquel tiovivo abarrotado de niños que casi parecía transporte escolar a primera hora de la mañana. Pensó que no le caería mal un paseo por una de las calles cercanas al parque. Caminó hasta que la lluvia interrumpió su corta travesía y se refugió en un techo corredizo de lona en la esquina con la avenida.

Pronto, la gente empezó a aplilarse en el refugio improvisado tras bajar del camión o luego de recorrer algún tramo de la calle. La conversación breve empezó a gestarse entre los presentes bajo la lona:

-Oiga, está muy fuerte la lluvia, ¿verdad?
-Sí, fíjese, ha estado asi toda la semana

Algunos prolongaban la charla en platicarse media vida o el capítulo de la telenovela que, seguramente se perderían, mientras que la mayoría no pasaban de frases alusivas al mal tiempo. En medio de la múltiple plática, Julián se dió cuenta que la lona era parte de un expendio de pan de segunda, donde la mercancía a las puertas de la caducidad era exhibida a la espera de alguien que decidiera darle cobijo en su estómago. El niño decidió ver sus bolsillos, de donde extrajo la moneda de diez pesos que su abuelo le había otorgado como domingo. Tomó un pastelito de uno de los exhibidores y pagó a la señora, quien le regreso siete pesos de cambio, justo cuando la lluvia había parado.

Volvió a caminar hacia el parque. En su andar, Julián vió muchos carteles con una tierna foto de su persona portando un traje de marinero, algunos de los cuales eran alcanzados por gotas que sus zapatos desprendían de cualquier charco que se interpusiera en su camino. Al llegar al parque, casi nada había cambiado, como si hubieran esperado su retorno. Inclusive, cual asiento de honor, le dejaron libre su juego favorito: El tiovivo.

Tomó asiento y con sus pequeñas manos empezó a impulsar el divertido armatoste. Conforme adquiría velocidad, vió al maestro preguntándole cuanto era dos mas dos, a su madre poniéndole seis galletitas recién horneadas en su lonchera de Max Steel y a su abuelo diciéndole que guardara los siete pesos del cambio en su cochinito que celosamente guardaba poco mas de cuatrocientos pesos por concepto de domingos. No tardó en sentir un fuerte dolor de estómago, que le hizo sentir el poco tiempo que le quedaba de vida.

Un brazo blanco puso freno al juego. El parque estaba desolado y la mano tocó el brazo del pequeño Julián en donde descansaba una envoltura de pastelito que indicaba en su fecha de caducidad, un veintidós, un seis y un siete. Al verla, el doctor dictaminó:

-Causa del deceso: Intoxicación.

¡Autopista gratis para todos!... ¿Ah, no?


12 de agosto de 2007. Siete de la noche. El autobús 710 de la línea Estrella de Oro proveniente de Acapulco con destino final en el D.F. debería haber llegado a la Terminal de acuerdo a los tiempos oficiales.

Pero no fue así

Muchos de los pasajeros de ese camión iban dormidos (un 80 % en la parte de arriba y un 50% abajo. El autobús era de dos pisos, del mismo modelo que usan para el turibús en la ciudad de México, solo que con techo), probablemente por el aburrimiento que les causaba Harry Potter and the Globet of Fire o la película navideña que le siguió y esperaban, seguramente, estar en la terminal a las 19 horas y...

Al salir de Morelos y entrar al D.F., poco antes de Topilejo, los automoviles empezaron a disminuir la velocidad hasta llegar un momento en el que nadie avanzaba. Dos carriles totalmente saturados de vehículos esperando pasar la última caseta -la de Tlalpan-. Solo dejaban encender las débiles luces de lectura del autobús y todos buscaron una forma para matar el tiempo largo que nos esperaba. Algunos sacaron sus reproductores de música. Yo traía encendido el mío desde Acapulco y a ratos lo pausaba para admirar el paisaje que rodea a la autopista pero, a las ocho y media, cuando estaba sonando Fight Test de The Flaming Lips, mi MP4 se apagó. Eran las siete y media. Rayos.

Ocho de la noche. Mi madre y yo decidimos hablar a la casa para no preocuparlos. Fue como ser modelo a seguir: Casi todos sacaron sus celulares y hablaron.

Nueve de la noche. Ya avanzamos, pero solo unos 500 metros y a vuelta de rueda. Empiezo a bromear con mi madre con eso de que mejor deberían dejar libre la última caseta de cobro y pasarlos gratis a todos... y luego de esto, siento una extraña evocacion alucinante cuando empieza a caer lluvia. Mi mente fabrica una historia y antes de perderla, saco cuaderno y bolígrafo para plasmarla en el papel.

Nueve y media. El autobús se va por unas calles que no conozco y veo al lado de un puente peatonal un pesero de los que van para el metro Pino Suárez. La mayoría de los pasajeros lo ven con ganas de que ya les dieran el equipaje e irse en él.

Diez de la noche. La autopista terminó. El autobús se incorpora al Viaducto Tlalpan y muchos van empezando a recoger sus cosas, felices de haber salido de la desesperante experiencia.

Diez con treinta y cinco minutos. Las luces fluorescentes se encienden. La sobrecargo del autobus empieza a dar la bienvenida oficial a la ciudad de México y pide que todos permanezcamos en los asientos como niños de alguna primaria en mi remota imaginación. Demasiado tarde. La gran mayoría en la parte de arriba estamos parados y ansiosos por bajar.

Diez con cuarenta y uno. Llegamos a la terminal y todos esperan su equipaje despues de casi cuatro horas de retraso. La maleta, dándome problemas, como de costumbre.

Es hora de irnos a casa...

sábado, 11 de agosto de 2007

En medio de las vacaciones

Segundo día en Acapulco. El calor, de perros, como de costumbre (nunca hace frío aquí) y despues de pasar el susto de que una ola del nada pacífico oceano me tragara cual monstruo de filme de terror, aquí estoy, reportendoles algo de mi existencia transcurrida en este lugar que, al menos para su servidor, es maravilloso.

No tengo ganas de saber de política (aunque de vez en cuando bromeo con mi madre al respecto), ni del hecho que tendré que cortarme el pelo al llegar al D.F. por un maldito papel que dice que ya acabé la prepa. Solo quiero disfrutar de la brisa, de ese sonido inigualable de playa, y de estas vacaciones, que si bien están a punto de terminar (regreso mañana domingo al D.F.), se han vuelto una de las mejores, pues vaya que lo he disfrutado bastante.

En unos días subiré las fotos de este viaje y, ahora si, extraño oír a los Pixies... ¡Rayos, ¿Por qué no los metí a mi MP4?!

viernes, 10 de agosto de 2007

Me voy, me voy, me voy...

Parezco como tipo en navidad, queriendo hacerlo todo a la última hora. Escribo este post antes de partir de vacaciones (bueno, si es que a 3 días se le pueden llamar vacaciones) hacia Acapulco. Pero no me desconectaré del blog, seguiré escribiendo, aunque sea solo un post, desde allá.
En otras cosas, decidí retirar los posts del plagio por un comentario que realmente me hizo pensar acerca de todo lo que pude haber desatado con eso y, además, ya me terminó dando flojera. Mejor me dedicaré a lo que sé hacer: escribir.
Y bueno, también hemos sido autorizados por Bitadir, así que x: The Unknown Blog, ya está disponible en este directorio de blogs
Así termino este post que titulo con una linea de esa gran rola de los Pixies llamada Isla de Encanta pues ahora si... me voy, me voy, me voy

sábado, 4 de agosto de 2007

La crítica

Como ustedes saben, yo crítico (y escribo también, para que me juzguen) en la sección de poesía de Yahoo! Respuestas. He notado que algunas de mis críticas han sido calificadas como la mejor respuesta, ya sea por votantes o por el mismo autor al que critico, pero mi estilo ha empezado a incomodar a ciertos miembros de esa comunidad, al grado de que me han tachado hasta de "cerdo" solo por decir que una pregunta (que no era de poesía) era de lo más idiota.

Mis críticas son con ortografía bien cuidada y lenguaje claro, sin ánimo de ofender a los autores, pero si con la intención de "destruir" (porque si la crítica no es destructiva, no es crítica) los textos y hacer énfasis en los errores que cada autor tenga (yo también tengo fallas, nadie es perfecto), ya que si solo se resaltaran los aciertos, el autor seguiría viviendo en una nube creyendo que su trabajo es intocable y perfecto, cuando en realidad no es así. Cuando a alguien se le exhiben sus errores de manera enfática, se da cuenta que es lo que tiene que depurar, corregir, para que su texto mejore.

Es lamentable ver como muchos autores que postean en Yahoo! Respuestas, entregan el título de mejor respuesta a opiniones que solo alaban su trabajo o que cantan loas a fórmulas que se repiten y terminan por fastidiar, sin atreverse a experimentar otras formas de escritura. En un comentario reciente a una crítica mía, donde yo recriminaba a una autora el uso innecesario de una palabra repetida y que su poema hubiera quedado mejor si se dividiera en algunas partes o en estrofas... y que me contesta con el argumento que le gustan los poemas sueltos y libres; y (verídico, dicho por la misma autora) ademas, que las estrofas extructuran (reconozco que en mi crítica puse plabra en lugar de "palabra", pero fue por un error de tecleo, ya que suelo escribir rápido) un poema y eso le desagrada... ¿Qué no hasta el poema más suelto, ya sea en verso o prosa, debe ajustarse a una cierta estructuración para que encaje, mínimamente, como poesía? Al final, la mejor respuesta quedó para alguien que solo tenía un icono padre y que solo opinó de manera superficial...

Mi forma de criticar empieza a no gustar a muchos autores, pero ni modo, yo lo seguiré haciendo porque tengo conocimientos del tema y todas mis críticas están fundamentadas en algo, no opino a lo bestia.

jueves, 2 de agosto de 2007

De como me fui



De como me fui
por Janik Ramírez

Has convocado a las llamas
para destrozarme.

El exterior no aparece:
tu sonrisa fiera asesina
el último sentir
que guardaste muy dentro
celosamente
como los ojos que en alguna parte
me miraron murmurando
pues aquí me enamoré.

Mis últimos minutos
corren
a sabiendas que voy directo al olvido.